Diferentes formas de consumir marihuana
La marihuana es una planta milenaria y, de hecho, hay estudios
arqueológicos que demuestran que alrededor del año 8000 AC ya existía el
cultivo del cáñamo o cannabis. Son muchos los datos que existen sobre
la cronología de esta magnífica planta catalogada tanto por gurús,
chamanes, médicos, biólogos o científicos como una planta espiritual,
medicinal, lúdica o de carácter industrial; pues se le atorgan
diferentes y variados usos. A continuación, dejaremos a parte el
cannabis como material para el sector industrial (tejidos, papel…) y nos
centraremos en explicar las diferentes maneras de consumo de la
marihuana.
Inhalación de marihuana (fumada)
El consumo de cannabis en forma de cigarrillo, canuto, porro… es el
más conocido por la gran mayoría de personas que disfrutan de esta
planta. De todas formas, hoy en día es fácil de encontrar diferentes
maneras de consumirla aspirando el humo como resultado de una
combustión. Las pipas, cachimbas, bongs…
son algunos ejemplos de esta forma de consumo aunque entre ellas hay
pequeñas diferencias como son la cantidad de humo aspirado o la
prolongación de la aspiración y las toxinas producidas.
Debe tenerse en cuenta que cuando la marihuana es inhalada, mucha de la
cantidad del thc es consumida por la propia combustión en el momento de
hacer la calada,
consumiendo solamente un 40% del total de THC. Aún así, fumar marihuana es la manera más rápida de sentir sus efectos, olores y gustos.
Inhalación de marihuana (vaporizada)
Una de las maneras más sanas de consumo de cannabis es mediante los vaporizadores
ya que no se fuma sino que se inhala, no se produce combustión y reduce
las toxinas en proporción al thc. La combustión de la marihuana a unos
230º desencadena una eclosión de diferentes elementos con más o menos
toxicidad, dependiendo de la temperatura a la que se someta la
marihuana.
A 180º el thc se evapora y los hidrocarburos no están tan presentes.
Vaporizador Volcano
Un estudio realizado por científicos analizó el mejor vaporizador del
mercado, dando un resultado de 10 partes de alquitrán por 1 de
cannabioides. Se comparó con los resultados de un cigarrillo de
marihuana y estos fueron de 13 partes a 1 y el mismo estudio lo
contrastaron con una pipa de agua, dando unos resultados de 27 partes a
1. Por consiguiente, es más nociva la pipa de agua que el cigarrillo y
éste que los vaporizadores, existiendo una diferencia del 30% entre los
dos últimos.
Marihuana por vía oral (infusión)
También se puede consumir la marihuana mediante “infusiones de leche”.
El thc es liposoluble pero no es hidrosoluble,
es decir, se puede disolver en grasas pero no en agua. Esto quiere
decir que si lo intentamos con agua, sólo conseguiremos mojar la hierba
y tener que desecharla; por el contrario, si utilizamos la leche, el
thc se quedará pegado a las grasas que ésta contiene. Es importante
saber que cuanto más grasas contenga la leche más fácil será su
disolución por lo que se aconseja que ésta sea leche entera y de buena
calidad.
Las cantidades a diluir dependerán de cada persona pero por lo general,
una media de 0.33g por cada 330ml seria suficiente,
aunque se aconseja que cada persona busque su punto ideal empezando
poco a poco e ir subiendo la dosis hasta encontrar la deseada.
Su preparación es muy sencilla: se vierte la leche en un cazo a fuego
medio durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando con la marihuana
seca dentro. Si la leche sube, se baja el fuego hasta completar los 10
minutos. Finalmente, se pasa el contenido por un colador y ya está
preparada para su consumo.
El tiempo que tardará en hacer efecto será el de hacer la digestión de la leche.